Solo el número 1 del mundo ha podido con él. Este podría ser el resumen de la participación de Yulen Pereira en la competición de espada del Grand Prix de Doha, del que ha vuelto a casa con la medalla de plata colgada al cuello, la satisfacción por el trabajo bien hecho y la previsión de un gran salto en el ranking mundial, en el que ocupaba el 24º puesto hasta la fecha.
La competición realizada por el esgrimista madrileño ha sido sobresaliente desde el inicio, ya que se clasificó primero de su grupo e imbatido. En treintaidosavos de final se enfrentó a otro miembro de la Familia Podium, Álvaro Ibáñez, al que se impuso por 15-9.
Los siguientes rivales en su carrera hacia la final fueron el chino Hongjie Song, el kazajo Dimitriy Alexanin y el francés Ronan Gustin. Ya en semifinales se enfrentó al ucraniano Bogdan Nikshin, número 2 del mundo, al que venció por 15-9.
Muy probablemente, la altísima exigencia del camino realizado pasó factura en la final a nuestro becado. En ella, el galo Yannick Borel hizo valer su estatus de Campeón del Mundo para imponerse con un claro 15-4 y hacerse con la medalla de oro.
Pereira e Ibáñez no han sido los únicos representantes de la Familia Podium en la capital catarí, puesto que el equipo español en el Grand Prix lo ha completado Manuel Bargues, que finalizó la competición en el 67º puesto, mientras que Ávaro Ibáñez alcanzó el 48º.