Rebeka Masarova natural de Basilea (Suiza) comparte ciudad natal con uno de los grandes de la historia del tenis, Roger Federer, que tanto para Rebeka como para muchos, es una gran inspiración como deportista. Masarova con tan solo 8 años supo que quería ser tenista y ahora mismo es una de las mejores tenistas júnior del mundo, cuenta ya con algunos logros como Roland Garros junior en 2016 y una final del Opel de Australia en 2017. Fue número dos del mundo y hasta el día de hoy no ha parado de cosechar logros.
Dos oros para bordar la temporada
El pasado fin de semana la tenista se impuso en el torneo ITF Worl Tennis disputado en Hamburgo (Alemania). Marcándose como primer triunfo de la temporada lo que le lleva a recuperar puestos situándose en el nº 142 del ranking.
Continuando con las victorias, en este caso en dobles, junto a Aliona Bolsova, la última semana se proclamaban campeonas en el torneo de 100k dólares de Les Franqueses del Vallés y volvían a casa con la medalla de oro.
Rebeka admitía la dificultad de cada partido con jóvenes rivales que según contaba “no tienen nada que perder y que sacaban su mejor nivel”. Ella, contenta con los resultados, y tras haber cumplido sus objetivos, se encuentra feliz. Reconoce que va por el buen camino. “Siempre hay cosas por aprender y mejorar y seguiré trabajando”, comentaba. Su objetivo es acercarse al top 100 y poder entrar así en los grandslams jugando torneos más granes.
Desde aquí queremos mandarle nuestra enhorabuena y todo el apoyo. Rebeka es una fantástica deportista y sabemos que logrará todo lo que se proponga.