Thibault Magnin logró el pasado 16 de marzo una novena posición en las finales de big air de los Mundiales FIS de Freestyle Ski, disputadas en Aspen (EEUU). Esto supone un hito para el propio esquiador y para todo el deporte nacional, ya que nunca antes un deportista español se había colocado entre los diez mejores del mundo en esta disciplina.
El becado Podium comenzó la primera ronda con una entrada en switch y 3 giros sobre sí mismo. Pese a que planchó correctamente, fue penalizado por apoyar la mano en el suelo. Sin embargo, Magnin fue mejorando al pasar rondas. En la segunda, repitió el ejercicio, pero de nuevo se le descontaron puntos por agarrarse la rodilla en la parte final (50,25 puntos). En la tercera ronda lo dio todo, y ejecutó cuatro rotaciones (62,25 puntos).
Tras haber sacado a colación sus mejores trucos, la puntuación del español en su primera final mundialista fue de 112,5 puntos, tras sumar sus mejores dos rondas. La buena actuación le sirvió para ser noveno. El primer puesto lo ocupó el sueco Oliwer Magnusson, que logró un total de 185,25 puntos.
La hazaña cobra aún más valor teniendo en cuenta que, la mañana previa a la final, se cayó en los entrenamientos y se dio un fuerte golpe en la cabeza. En declaraciones a RTVE, afirmaba que “no tenía muy claro que fuera a poder competir, pero finalmente mejoré y estoy muy contento con el resultado”.
En el incipiente palmarés de Thibault Magnin, más allá de este logro, destaca la medalla de bronce de 2018 en el big air de los Campeonatos del Mundo Júnior en Nueva Zelanda. Como dice el propio Magnin, de 20 años: “¡Esto acaba de empezar!”. Este top 10, unido a la 16ª plaza lograda por el también becado Podium Javi Lliso, augura un gran futuro para las modalidades freestyle modernas.