El remo sale del agua y vuelve a entrar en ella, cada vez a mayor velocidad y requiriendo un mayor esfuerzo. Ya solo quedan unos pocos metros para llegar a la meta. Una meta que no puedes ver, ya que estás de espaldas remando con las pocas fuerzas que te quedan. Pero es el sprint final, y la coordinación con tus compañeros es más fundamental que nunca. Juntos hacéis un último esfuerzo, exhalando hasta el último aliento y llegando de una vez por todas al final.
El remo como manera de propulsar embarcaciones existe desde hace muchísimos años, e incluso como “deporte”; ya en el Antiguo Egipto había rivalidades entre remeros por llegar a formar parte de las comitivas funerarias. Pero oficialmente no fue hasta el siglo diecisiete en Inglaterra cuando el remo se empezó a ver como una actividad deportiva. En ese momento era exclusivo de las personas más nobles. Ya en el siglo diecinueve comenzaron a surgir los primeros clubes deportivos en el país anglosajón y también en España y en Francia, y es una disciplina olímpica desde la primera edición de los Juegos Modernos celebrada en Atenas.
En una carrera, normalmente, se compite en seis calles, y gana quien llegue antes a la meta. El recorrido suele ser de dos mil metros y siempre se compite en aguas tranquilas. Dentro del remo hay un total de 14 pruebas olímpicas, dependiendo del tipo de embarcación, el número de remeros, el peso, el sexo y la presencia o no del timonel, que es la figura más característica de este deporte y también el encargado de dirigir el rumbo, animar a los deportistas y coordinar la estrategia en plena carrera.
Las embarcaciones pueden ser de dos tipos: de scull o de punta. Las embarcaciones de tipo scull se caracterizan porque cada remero lleva dos remos; mientras que en la embarcación de punta cada deportista lleva solo un remo que sujeta con las dos manos, habiendo, por tanto, dos clases de remeros: los babores y los estribores. Casi siempre se suele utilizar el mismo número de babores y estribores para que la fuerza esté equilibrada.
Todas las embarcaciones, sean del tipo que sean, tienen un banco móvil. Dicho banco es un asiento sobre ruedas que permite la propulsión de la embarcación en cada palada.
Las pruebas pueden ser de uno, de dos, de cuatro o de ocho remeros. En las pruebas individuales, que se conocen también por el nombre de “Skiff”, la embarcación siempre es de scull, y tiene que medir 8,2 metros de longitud.
Las pruebas olímpicas con dos y cuatro remeros son: scull simple, scull ligero, y doble o cuatro en embarcación de punta. La diferencia entre la prueba scull y la scull ligera es que en esta última el peso de los remeros está muy limitado, exigiendo a los deportistas una dieta muy exigente para controlar su propio peso.
Y por último está la prueba reina: la de ocho. Se utiliza una embarcación de punta, llegando a alcanzar grandes velocidades y donde la coordinación y la labor del timonel son indispensables.
Desde Podium apoyamos a Rodrigo Conde y a Jordi Rodriguez cuyo espíritu de sacrificio y talento son dignos de todo tipo de elogios. Palada a palada van a hacer todo lo posible para adelantar a todos sus rivales en el sprint final y así cumplir la meta en los próximos Juegos Olímpicos.