Remar en un lago cristalino. En unos rápidos, entre rocas y espuma. Con la rodilla hincada en una canoa. O junto a 4 tripulantes en un kayak.
Sea como sea la disciplina, cuando hablamos de uno de los tres deportes acuáticos de los Juegos Olímpicos de Río 2016 el objetivo es el mismo: llegar primero a la meta.
El piragüismo es un deporte de velocidad en el que te impulsas con la ayuda de remos o palas a bordo de una embarcación. Dentro de los juegos, debemos diferenciar entre Slalom y Sprint.
El Slalom se practica en aguas bravas. En ellas, los piragüistas descienden a lo largo de diversas metas que deben cruzar en el menor tiempo posible, sufriendo penalizaciones de tiempo en caso de saltarse alguna meta.
El Sprint se desarrolla en aguas tranquilas, y en este caso los piragüistas compiten en varias calles en línea recta delimitadas por unas boyas. Las carreras tienen una nomenclatura específica en función de la embarcación, número de tripulantes y distancia.
Dependiendo de la embarcación, utilizaremos la letra K para hablar de kayak y la C para las canoas. En el kayak, los piragüistas reman sentados utilizando una pala de dos hojas con la que tocan el agua alternadamente con un movimiento de rotación. En las canoas, en cambio, se apoyan en una rodilla para impulsarse con una pala de una hoja realizando un movimiento de arrastre.
En cuanto al número de tripulantes, en los Juegos se celebrarán competiciones de kayak para 1, 2 y 4 tripulantes, y para 1 y 2 tripulantes de canoa. Por último, las distancias olímpicas de Sprint comprenden los 200, 500 y 1000 metros.
La Federación Española de Piragüismo es una de las más laureadas del deporte olímpico español. Deportistas como David Cal han elevado el piragüismo hasta convertirnos en una de las primeras potencias del mundo.
Para mantenernos entre las primeras embarcaciones, Podium impulsa a Camila Aldana, David Llorente, Albert Marti, Laia Pelachs y Miquel Trave. Nuestros piragüistas que remarán a toda velocidad para alcanzar su meta olímpica